Tomarte un tiempo fuera del trabajo sin perder del todo el vínculo con la empresa es una posibilidad legal que muchas personas desconocen… o no saben cómo gestionar. Si estás valorando hacer una pausa, pero no quieres renunciar definitivamente, esta figura puede interesarte.

Entender qué es una excedencia voluntaria te permitirá saber si realmente se adapta a lo que necesitas, cuáles son sus límites y hasta qué punto te protege frente a la empresa.

En este artículo te explicamos paso a paso qué requisitos debes cumplir, qué derechos conservas durante ese periodo, cómo hacer tu solicitud y qué puede pasar cuando decidas volver. Porque pedir una excedencia suena sencillo, pero no siempre lo es.

¿Qué es una Excedencia Voluntaria y Para qué Sirve?

La excedencia voluntaria es una posibilidad que tiene cualquier persona trabajadora con cierta antigüedad en su empresa de pausar temporalmente su relación laboral por decisión propia, sin necesidad de justificar motivos concretos como ocurre en otros tipos de excedencia.

Durante ese tiempo, el contrato queda suspendido, lo que significa que no se trabaja, no se cobra y tampoco se cotiza. Pero no todo desaparece, ya que se mantiene un derecho preferente a reingresar si más adelante hay una vacante disponible en la misma categoría profesional.

No es una renuncia, tampoco es una baja ni un despido. Es simplemente un “paréntesis”. Y aunque suena sencillo, hay detalles que conviene conocer bien antes de tomar la decisión.

Requisitos Para Solicitar una Excedencia Voluntaria

Antes de tomar ese paréntesis del que hablábamos, hay algo fundamental que debes tener en cuenta: no todo el mundo puede pedir una excedencia voluntaria en cualquier momento. La ley marca unas condiciones mínimas, y si no se cumplen, la empresa podría rechazar la solicitud sin estar incumpliendo nada.

El primer requisito es bastante concreto: tener al menos un año de antigüedad en la empresa.

El segundo es menos conocido, pero no menos importante: no haber disfrutado de otra excedencia voluntaria en los últimos cuatro años. Este plazo se cuenta desde la fecha de finalización de la anterior, y busca evitar que se utilice esta figura de forma recurrente o abusiva.

Más allá de estos dos puntos básicos, hay empresas que incluyen condiciones adicionales en sus convenios colectivos o acuerdos internos. Por eso, si estás valorando pedirla, lo recomendable es consultar tu convenio o, en su defecto, pedir una copia actualizada al departamento de recursos humanos.

pedir excedencia en el trabajo

¿Cuánto Puede Durar una Excedencia Voluntaria?

Una vez tienes claro que cumples los requisitos, lo siguiente que suele surgir es la duda del tiempo: ¿cuánto puede durar esa pausa laboral? Y aquí, aunque hay un marco legal general, también conviene revisar lo que diga tu convenio o acuerdo colectivo (si lo hay).

La duración mínima legal es de cuatro meses. Es decir, no puedes pedir una excedencia voluntaria por unos días ni por un par de semanas. Tiene que haber un periodo suficiente como para que tenga sentido suspender tu contrato.

El máximo que permite la ley es de cinco años. Sin embargo, este plazo no siempre es aplicable en todos los sectores o empresas. Algunos convenios establecen límites más cortos o condiciones específicas si el tiempo solicitado supera ciertos meses.

Entre ese mínimo y ese máximo, el plazo lo decides tú. Ahora bien, hacerlo con previsión es clave. Una vez establecida la duración, no es tan fácil modificarla, y no todas las empresas aceptan reincorporaciones anticipadas o prórrogas fuera de lo pactado inicialmente.

Por eso, al momento de hacer la solicitud, es importante pensar bien cuánto tiempo necesitas y qué impacto puede tener en tu situación laboral a futuro.

¿Cómo Solicitar una Excedencia Voluntaria?

Cuando ya tienes claro el periodo que vas a solicitar, lo importante es no dejar cabos sueltos. La excedencia voluntaria no se pide de palabra ni se improvisa. Debe gestionarse de manera formal, respetando ciertos pasos que pueden evitarte problemas más adelante.

Este es el proceso habitual que se recomienda seguir:

  • Presenta tu solicitud por escrito. Siempre. Aunque tengas buena relación con la empresa, este tipo de trámites deben dejar constancia. Puedes entregarla en mano, por correo certificado o a través del registro interno si la empresa lo tiene.
  • Hazlo con antelación suficiente. La ley no marca un plazo exacto, pero lo razonable suele ser entre 15 y 30 días antes de la fecha prevista de inicio. Consulta tu convenio, por si exige algo más concreto.
  • Incluye los datos esenciales: nombre completo, fecha de inicio y fin de la excedencia, y una referencia al artículo 46.2 del Estatuto de los Trabajadores. Si quieres, puedes añadir el motivo, aunque no estás obligado a justificarlo.
  • Solicita acuse de recibo. Si entregas la carta en persona, pide que la firmen con sello de recepción. Si lo haces por medios digitales o correo, guarda el comprobante. Esa prueba puede ser clave si surge algún conflicto en el futuro.

Este trámite puede parecer sencillo, pero hacerlo bien marca la diferencia si más adelante hay problemas con el reingreso. Cuanto más claro quede desde el principio, menos margen habrá para malentendidos.

Vale, pero ¿Qué Pasa Durante la Excedencia?

Una vez la excedencia está concedida y empieza el periodo solicitado, hay un cambio importante en tu situación laboral: tu contrato queda suspendido. Eso significa que, durante ese tiempo, no se generan obligaciones ni por parte de la empresa ni por parte del trabajador.

No trabajarás, pero tampoco cobrarás salario ni cotizarás a la Seguridad Social. No hay derecho a paro, ni a pagas extra, ni a vacaciones, porque todos esos derechos van ligados a la existencia de una relación laboral activa, que durante este tiempo queda en pausa.

Ahora bien, no todo se detiene. Aunque no haya reserva de tu puesto, sí se mantiene algo relevante: tienes derecho preferente a reincorporarte si, cuando termine tu excedencia, hay una vacante en tu grupo profesional o categoría equivalente. Esto no significa que recuperes tu sitio automáticamente, pero tampoco quedas fuera del todo.

Otra duda frecuente es si puedes trabajar en otro sitio durante la excedencia. La respuesta, en principio, es que sí, siempre que no haya cláusula de exclusividad o se trate de una competencia directa de tu empresa actual. Aun así, conviene revisar el contrato antes de tomar cualquier decisión en ese sentido.

Y por último, entre las preguntas más habituales también está: ¿se puede cobrar el paro estando de excedencia? La respuesta general es que no. Para acceder a esta prestación en particular necesitas estar en situación legal de desempleo, y la excedencia voluntaria no lo es.

excedencia voluntaria

¿Cuántas Excedencias Se Pueden Pedir a lo Largo de la Vida Laboral?

Después de conocer lo que implica una excedencia y lo que ocurre durante ese periodo, es lógico preguntarse si se puede volver a solicitar más adelante. Y la respuesta es que sí, puedes pedir más de una excedencia voluntaria a lo largo de tu carrera, pero no de forma inmediata ni ilimitada.

La Ley de Estatuto de los Trabajadores establece que debe haber un intervalo mínimo de cuatro años entre una excedencia voluntaria y la siguiente, siempre que sea dentro de la misma empresa. Es decir, desde que finaliza una, deben pasar cuatro años antes de poder solicitar otra nueva.

Este plazo tiene como objetivo evitar abusos y mantener un cierto equilibrio en la relación laboral. La empresa no está obligada a conceder una nueva excedencia si no se respeta ese margen.

Excedencia Voluntaria vs. Excedencia por Cuidado de Hijos o Familiares

Es fácil confundir la excedencia voluntaria con otras figuras parecidas, pero hay diferencias importantes. La excedencia por cuidado de hijos o de familiares dependientes sí implica reserva de puesto, al menos durante un tiempo determinado, y ofrece una mayor protección al trabajador.

Además, estos tipos de excedencia se consideran justificadas, mientras que la voluntaria no requiere la presentación de motivos, pero tampoco garantiza el regreso automático al trabajo. Por eso, antes de solicitarla, conviene tener muy claro cuál es la que corresponde según tu situación personal.

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